El siglo V. a. C. en Atenas
El siglo V en Grecia queda abrazado por dos grandes guerras, las más importantes que sufrió el pueblo griego. La primera, que comienza con el siglo, es la que da esplendor a los griegos y los hace llegar al límite de su autoconfianza. Se trata de la guerra contra los Persas, llamada “Guerras Médicas”, ya que en realidad consiste en una serie de batallas en que los griegos (el ejército de una democracia liderada por Atenas) vence a los persas, que quieren apropiarse de las colonias griegas de Asia. Los ateniense ganan la batalla de Maratón en el 490 a.C. y la de Salamina el 480 a.C., mientras que los persas habían vencido en esta década a los espartanos en las Termópilas. Esto hace que la ciudad de Atenas se sienta más eufórica que nunca. El gran poder (y tributos) que, como consecuencia, exige Atenas para liderar la Confederación de Delos, hace que finalmente se enfrente a Esparta, la otra gran ciudad griega, envidiosa del poder de Atenas y que representa un modelo político no democrático. Este enfrentamiento constituirá la segunda gran guerra griega: la del Peloponeso, que asola estas y otras ciudades aliadas entre el 431 y el 404 a.C. Esta segunda guerra, perdida finalmente por Atenas, representa la decadencia final de esta polis y constituye una guerra civil especialmente cruenta. En uno de sus muchos episodios, Esparta impondrá a Atenas un gobierno títere (el llamado de los Treinta Tiranos) del que formará parte Critias, un tío de Platón. Según este autor, hay que buscar el origen de la persecución contra Sócrates en el intento de estos tiranos de involucrarlo en sus crímenes políticos. La democracia decadente restablecida más tarde será la ejecutora de la sentencia a muerte de Sócrates, en el año 399 a. C. Esta fecha puede ser tomada como el inicio de la decadencia de Atenas, aunque la decadencia política ya comenzó con la guerra del Peloponeso.
SÓCRATES
s. V a. C.
Es complejo saber qué pensaba exactamente el Sócrates histórico ya que no escribió en ningún lugar su filosofía porque creía que la filosofía era, ante todo, una manera de vivir, y como tal, su naturaleza era esencialmente oral. La preeminencia de la oralidad sobre la escritura es un rasgo cultural sobresaliente de los griegos que también se refleja en su religión (de transmisión oral). El testimonio más importante del pensamiento y la vida de Sócrates lo debemos buscar en Platón.
PLATÓN
Platón nació el 427 a.C. en el marco de una familia de la aristocracia ateniense. Lo primero que sabemos de su vida intelectual es que compuso tragedias que lanzó al fuego cuando conoció a Sócrates. La manera socrática de entender la filosofía será la huella más notable a lo largo de toda su trayectoria intelectual y una fuente de inspiración constante en su obra posterior. El mismo hecho de componer la filosofía en forma de diálogos es una herencia socrática, ya que es una figuración de la actividad cotidiana de Sócrates, que nunca escribió nada. Aunque la influencia socrática no es la única, parece ser que su juicio y condena es lo que determina definitivamente el proyecto intelectual y político de Platón.
El pensamiento de Platón, es, entre otras cosas, una reflexión política a partir de una situación de decadencia.
ARISTÓTELES
Aristóteles nace en Estagira el año 384 a.C. Es hijo de Nicómaco, médico de la corte de Filipo II de Macedonia (y artífice de su unificación). El año 367 a.C. ingresa en la Academia platónica, en la cual pasará veinte años, hasta la muerte de Platón, en el año 347 a.C. En este momento Aristóteles comienza una serie de viajes. El año 344 a. C. funda el Liceo, situado en un bosque en donde la filosofía se hacía paseando (de aquí el nombre de peripatéticos de los aristotélicos, que quiere decir “los que pasean”). Muere en el 322 a. C.
HELENISMO
s. III a. C. a III d. C.
Se llama filosofía Helenística al largo periodo filosófico que va desde finales del s. III a. C., 20 años después de la muerte de Aristóteles, hasta finales del s. III d. C. en que la filosofía cristiana, en concreto lo que escriben los Padres de la Iglesia, comienza a tener un corpus doctrinal elaborado. A partir del s. II d. C. aproximadamente, la filosofía cristiana empieza a competir con las filosofías paganas, ganando cada día más terreno entre las clases cultas y pudientes.